Sin duda nuestra misión como terapeutas es la de ayudar a nuestros clientes. El masaje tailandés con su yoga asistido nos permite efectuar un trabajo terapéutico verdaderamente completo y efectivo. Sin embargo, si realmente queremos que la ayuda sea completa, debemos recomendar, guiar, y enseñar a nuestros clientes cosas que puedan aplicar en el ámbito hogareño, de manera que encuentren una mejora más rápidamente. En este artículo brindaremos sencillos tips de educación postural para tus clientes… y para ti.
Las estadísticas muestran que el 80% de los problemas de espalda son posturales, por eso, aun cuando diéramos un excelente trabajo de masaje, si el individuo no cambia determinados hábitos, caerá en una vorágine que indefectiblemente lo llevará a recaer una y otra vez en eternos dolores de espalda, que eventualmente desembocarán en patologías serias. Bajo este panorama, el masajista solo puede “emparchar” el problema. Para poder brindar una solución integral, lo más óptimo sería que podamos alentar a nuestros clientes a modificar los patrones que están causando el trastorno, algo así como arrancar problema de raíz.
Si bien es cierto que en general el origen del dolor puede ser múltiple, si logramos que el cliente tome conciencia de la importancia de una buena postura, nuestro trabajo será mucho más sencillo, el cliente notará la diferencia, se mostrará agradecido, y eventualmente también recomendará nuestros servicios a otras personas.
Aquí van unos tips simples para adoptar una postura correcta:
- Relajar los hombros. Éstos deben estar centrados, ni demasiado cerrados ni muy abiertos.
- El punto más alto del cuerpo debe ser la coronilla, y no la parte superior de la frente.
- No arquear ni tratar de enderezar la espalda excesivamente, la columna posee curvas naturales que debemos mantener para la buena salud de nuestro cuerpo.
- Contraer ligeramente los músculos abdominales.
- La pelvis debe estar levemente hacia adentro.
- Mantener las rodillas apenas dobladas y los pies alineados con la cadera apuntando hacia adelante.
- Si hay que estar de pie largo rato, alternar el peso de un pie a otro.
- Si hay que trabajar sobre una superficie, ajustar la altura de manera que no haya que inclinarse demasiado.
- Si hay que estar sentado, asegurarse de disponer de unos 8 centímetros desde el pliegue de la articulación de la
rodilla hasta el borde del asiento de la silla, para no obstaculizar el flujo sanguíneo. Y si no se puede evitar cruzar las piernas, por lo menos tratar de cambiar de piernas con frecuencia.
Estos son apenas unos consejos para advertir y brindar educación postural a tus clientes, y por qué no, asegurarnos de que nosotros mismos predicamos con el ejemplo. No olvides que la mejor manera de inspirar confianza en tus clientes es gozando de una excelente salud, empezando por nuestra postura. ¿Tienes algún otro consejo? Compártelo más abajo en el sector de comentarios.